Me llamo Jesús Ge. Paso gran parte de mi tiempo enseñando a desordenar el alfabeto a niños de Primaria, el resto lo dedico a poner el grito en el cielo y escribo poesía escénica para “poner el verbo en la llaga”. Llevo cinco años paseando por bares, mercados, librerías y festivales un espectáculo de poesía escénica llamado “Esto no es vanguardia” en el que, con técnicas poéticas de los movimientos artísticos de principios del siglo XX, desafío al espectador para que se cuestione la realidad que tiene a su alrededor. Acabo de autoeditar un libroCD con este mismo título. Poesía sonora con crítica social. ¿Qué demonios será eso?

Soy un apasionado del arte y la cultura bien hechos. Mantengo una exigencia permanente con la calidad de los trabajos (sea la disciplina que sea), no me vale cualquier cosa. Últimamente también mantengo una cruzada personal con la puntualidad de los espectáculos (¿Por qué en Valencia nunca empiezan las cosas a su hora?). Me gustan las propuestas arriesgadas y sinceras. Odio el postureo y el amiguismo en el tema cultural. Me apasionan los juegos de palabras, los “lapsus linguae”, los hallazgos fortuitos y el azar. Sobre todo a la hora de encontrar libros. ¿No os ha pasado nunca que buscando un libro encontráis otro la mar de interesante?

Un disco: Ufff… tengo una gran discoteca con diversidad de estilos, desde el Jazz o el folclore castellano hasta la BSO de “¿Quién puede matar a un niño?”. Pero uno que ha influido mucho en mi trabajo es “ArteSonado”, de Fátima Miranda.

Una película: Me ha gustado mucho “Bertsolari“, un documental sobre los poetas improvisadores en Euzkadi.

Un libro: Me gustó “La metamorfosis” (de Franz Kafka), pero el que me quebró por la mitad fue “Picadilly 144” (Samuel Fuller); una crónica en primera persona del ascenso, exaltación y muerte de un grupo okupa en Londres. De las lecturas recientes, no dejaría de recomendar “Nada” de Janne Teller.

Una serie de tv: Bueno, entre las últimas que hemos visto, creo que la que sin duda se lleva la palma en cuanto a argumento, estética y ritmo es “Utopía”. Ni “Juego de tronos” ni “True Detective” han conseguido engancharme, lo siento. Me gustaría recomendar también “Ciudad K”, una serie de TVE que se produjo en Euzkadi con un grandísimo sentido del humor sobre el mundo de la cultura.

Una serie de dibujos de tv: “La vuelta al mundo de Willy Fog” me gustó mucho.

Una revista: Bostezo es una revista de Arte y Pensamiento que nunca me deja indiferente (aunque la respuesta tiene un poco de trampa porque soy colaborador). Ahora está entrando con mucha fuerza Canibaal.

Un icono sexual: La alcaldesa.

Una comida: Cilindros huecos de pasta hervidos y acompañados con fragmentos de ternera aderezados con salsa de tomate rojo (es decir, unos macarrones de toda la vida).

Un bar de Valencia: No suelo salir mucho por la ciudad, la verdad. Donde esté un amigo, ese será un buen bar. Y si tiene programación cultural, ya ni te cuento.

Una calle de Valencia: Me gustan esas calles que, estando junto al bullicio de avenidas centrales o comerciales, son silenciosas y solitarias. Como la calle Sabateria dels Xiquets (por detrás de Santa Catalina) o el Carrer dels Llibrers (próxima a la Nau).


Enlace al artículo original en Revista Verlanga.